Hoy en la mañana maté a mi primer narco. No tengo palabras para expresar las sensaciones orgásmicas que me produjo la ejecución, pero más que nada la tortura. Todavía me mojo cuando recuerdo sus gritos de lamento y de "por favor, tengo esposa e hijos. Todo lo que hice fue por ellos, se que estuvo mal pero no tenía de otra". No tenía de otra... jajaja. Yo si tenía de otra, pero al final elegí empalarlo al estilo de los viejos reyes de Babilonia, la puta. El suplicó como una perra en celo reiteradamente, lo que me dio aún más y más placer. El sonido de la vara puntiaguda penetrando sus entrañas lo volvió loco, mientras que yo reía sin parar. Fue algo sublime! Lloró, sudó, sangró, se meó y cagó hasta quedarse sin una sola gota de líquido. Finalmente expiró como a las tres horas. Es tan bello. Todos deberían matar a un narco. Coño, deberían fomentar en las escuelas campañas para cazar, torturar y ejecutar narcos. Solo así entenderíamos por qué somos seres humanos. Cuando finalmente dispuse del cuerpo y alimente a mis perros con su carne recién cortada me vino a la mente otro manjar. Ahora iré por su familia.
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